Resumen:
Las rondas campesinas son una organización de base que tiene origen en la década de 1980 en las zonas rurales andinas del Perú con el objetivo de garantizar la seguridad y mantener el orden en espacios en los que el Estado era percibido como lejano o ausente. Con este propósito emplean castigos físicos y la cadena ronderil, prácticas que, a menudo, entran en conflicto con el sistema de justicia del Estado, que los interpreta como violación de los derechos humanos. En este marco, el objetivo es analizar la función de las prácticas disciplinarias implementadas por las rondas campesinas de Macusani en la administración de justicia y como estas entran en conflicto con los derechos fundamentales establecidos en la ley peruana. Para ello, se realizó una investigación de corte etnográfico, con trabajo de campo por tres meses en la base de la Central Única de Rondas Campesinas de Carabaya, Puno, en la que se aplicaron entrevistas semi estructuradas, así como el acompañamiento en espacios de toma de decisión y el seguimiento de casos atendidos por la organización. Las prácticas disciplinarias implementadas por las rondas campesinas sirven una función de cohesión social, así como ritual en la justicia campesina, que sigue un proceso de separación – juzgamiento, sanción, corrección y reinserción. En ese sentido, las prácticas disciplinarias corresponden a aspectos sociales, económicos políticos y culturales de la población de Macusani, y no son percibidas como una violación de los derechos humanos por parte de la población local. En cambio, perciben los procesos de justicia del Estado como poco efectivos, largos, costosos y culturalmente inadecuados. Si bien, existe un panorama de pluralismo jurídico establecido por instrumentos legales tanto a nivel nacional como internacional, los límites entre la jurisdicción del sistema de justicia campesina y el sistema de justicia del Estado peruano son todavía difusos.
Referencias bibliográficas (opcional):