Propuesta de Mesa Temática:

Hacia fines de los años 90, los estudios de género generaron aportes sustantivos para la comprensión de desastres socionaturales y la reducción de riesgo de desastre en América Latina y el Caribe. Pese a estos avances, en medio de la incertidumbre climática, dicha región concentra uno de cada cuatro desastres del mundo (UNDRR 2021). El contexto multiamenaza agudizado por las desigualdades, exige estrategias de GRD centradas en los derechos de las mujeres, el liderazgo y la igualdad de género. Para reflexionar sobre ello, esta mesa propone distintas miradas desde la evidencia recogida en diversos países de la región.

Resumen:

América Latina  no es ajena al proceso  de creciente politización vinculada al cambio climático y esto obedece a que los vaivenes en la región están estrechamente vinculados a los recursos naturales que  posee.  En este sentido el estudio busca conocer qué política  nacional de cambio climático  se están implementando en Uruguay, cómo suman a la  gobernanza ambiental a nivel regional y  su impacto social.  Diseño metodológicoEn consonancia a los objetivos de este proyecto apoyados en una investigación explicativa, se busca identificar principales acciones  de política nacional de cambio climático  vinculadas a gobernanza ambiental a nivel regional. El marco temporal inicia en el 2016, cuando Uruguay firmó y rectificó el Acuerdo de París, hasta el presente. El marco  geográfico abarca América Latina, focalizando en Uruguay. Se utilizará principalmente un abordaje cualitativo, con el aporte de las técnicas de recolección de información, especialmente análisis documental, en base a multiplicidad de fuentes primarias y secundarias.Resultados: A nivel  nacional Uruguay cuenta  con un abanico de instrumentos  normativos  que van desde la Constitución  hasta leyes nacionales que regulan la protección del medio ambiente y sus recursos naturales, consideran el  desarrollo sostenible, y la  participación ciudadana. La Política Nacional del Cambio Climático tiene como objetivo principal promover la adaptación y mitigación  del cambio climático  teniendo como horizonte temporal el año 2050. La misma está en concordancia con instrumentos  regionales e internacionales, dentro de los cuales destacan el Acuerdo de Paris, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de Escazú entre otros.   Por otra parte, se ha constatado  una fuerte apuesta vinculadas al cambio de matriz energética, una hoja de ruta 2040,  vinculada al desarrollo del  hidrogeno verde que impulsaría la segunda etapa de transición energética del país con fuerte impacto social a nivel nacional y regional

Referencias bibliográficas (opcional):